viernes, 9 de julio de 2010

poemas infantiles



Dame un beso,
niñita de caramelo.
Y juguemos a las escondidas
en el recreo.

Y entre risas;
mientras nos buscan los amigos,
te diré: Te quiero.

Mira mis ojos,
de cielo,
y cumple el deseo
de mis sueños.

Se la princesitade mi reino.

Vestidita de azul
adornada de ámelo.

Como bailan y sonríen
tus cabellos canelos.
Permite que los toque
y los acariciaré con esmero.

Mira como se burla
ese niño chimuelo,
porque me diste un beso,y yo casi me muero.


RETRATO

Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla,
y un huerto claro donde madura el limonero;
mi juventud, veinte años en tierras de Castilla;
mi historia,

algunos casos que recordar no quiero.

Ni un seductor Mañara, ni un Bradomín he sido
—ya conocéis mi torpe aliño indumentario—,
más recibí la flecha que me asignó Cupido,
y amé cuanto ellas puedan tener de hospitalario.

Hay en mis venas gotas de sangre jacobina,
pero mi verso brota de manantial sereno;
y, más que un hombre al uso que sabe su doctrina,
soy, en el buen sentido de la palabra, bueno.

Adoro la hermosura, y en la moderna estética
corté las viejas rosas del huerto de Ronsard;
mas no amo los afeites de la actual cosmética,
ni soy un ave de esas del nuevo gay-trinar.

Desdeño las romanzas de los tenores huecos
y el coro de los grillos que cantan a la luna.A distinguir me paro las voces de los ecos,
y escucho solamente, entre las voces, una.

¿Soy clásico o romántico? No sé. Dejar quisiera
mi verso, como deja el capitán su espada:
famosa por la mano viril que la blandiera,
no por el docto oficio del forjador preciada.

Converso con el hombre que siempre va conmigo
—quien habla solo espera hablar a Dios un día—;
mi soliloquio es plática con ese buen amigo
que me enseñó el secreto de la filantropía.

Y al cabo, nada os debo; debéisme cuanto he escrito.
A mi trabajo acudo, con mi dinero pago
el traje que me cubre y la mansión que habito,
el pan que me alimenta y el lecho en donde yago.

Y cuando llegue el día del último vïaje,
y esté al partir la nave que nunca ha de torn

ar,
me encontraréis a bordo ligero de equipaje,
casi desnudo, como los hijos de la mar.

antonio machado

¿A LA ESCUELA O AL COLEGIO?

¿A LA ESCUELA O AL COLEGIO?

COMO TÚ QUIERAS MAMÁ,

EL NOMBRE A MÍ ME DA IGUAL.

A LA ESCUELA O AL COLEGIO,

LLÉVAME PRONTO MAMÁ.

ALLÍ VEO A MIS AMIGOS,

CON ELLOS QUIERO JUGAR.

LA MAESTRA NOS ENSEÑA

A ESTUDIAR Y A DIBUJAR

Y PARA VERNOS CONTENTOS

PONE MÚSICA Y NOS DICE

¡¡VAMOS TODOS A JUGAR!!

A LA ESCUELA O AL COLEGIO

¡LLÉVAME PRONTO MAMÁ!

(CARMEN CALVO ROJO)



la misión de la poesía,la poesía de compone de: ,,,,





Misión de la poesía

Aunque conlleva un fin en sí misma, desempeña un
papel más importante porque intenta que el hombre vuelque su mirada hacia las estrellas, recobre el encanto de la fantasía y regrese al lenguaje del amor y la belleza.

"¿Quién es el ignorante que mantiene que la poesía no es indispensable a los pueblos? Preguntaba Martí. "Porque hay gentes de tan corta vista mental que creen que toda fruta se acaba en la cáscara. La poesía que congrega o disgrega, que fortifica o angustia, que apuntala o derriba las
almas, que da o quita el aliento, es más necesaria a los pueblos que la industria misma, pues ésta le proporciona el medio de subsistir, mientras aquélla les da el deseo y la fuerza de la vida".

"La poesía no reconoce otra ley que la verdad íntima -voz, resplandor o fragancia- y la de la belleza lograda -éxtasis, temblor o mensaje-" como afirmaba José E. Rodó.

El niño y el poeta

El lenguaje infantil tiene una estructura fonológica, semántica y morfosintáctica igual que el lenguaje adulto, y aunque está construido con elementos similares, el habla infantil tiene modelos diferentes. Para lograr la comunicación deberán ser auténticos, concretos, dinámicos, directos y coherentes, y sin embargo el niño ama la fantasía y el despliegue de metáforas que de pronto no comprende en forma cabal, pero se transforman en estímulo de su fantasía y un descubrimiento de insoslayables sonoridades.


La poesía es un texto escrito en una forma particular donde las oraciones se dividen en varios renglones llamados versos
. Los versos se agrupan en conjuntos espaciados entre sí llamados estrofas. Suele tener rima, que le da musicalidad. Cuando no hay rima entre los versos ni medida predeterminada se denominan versos libres.Existen distintos tipos de formas poéticas, de acuerdo a la distribución de las estrofas dentro de las mismas:- Soneto: poema formado por dos cuartetos y dos tercetos. Todos los versos son endecasílabos y su rima es consonante.- Romance: poema formado por una cantidad no fija de versos octosílabos. Los versos pares tienen rima asonante y los impares no tienen rima.- Coplas: poemas de cuatro versos, en los que el segundo verso rima con el cuarto. Generalmente son graciosas e ingeniosas. Suelen ser anónimas y se utilizan para hacer canciones con ellas.






lunes, 5 de julio de 2010

¿Qué es poesía? ,¿cuales son sus características? y la poesía en la escuela





Croce afirma que: “La poesía es la lengua materna del género humano”, ya que el discurso rítmico y rimado son las primeras manifestaciones que comunica al hombre con el mundo y consigo mismo.
La poesía para niños es un juguete sono
ro y colorido que nace del pequeño universo que rodea al infante y se vuelve danza, vuelo, flor. Es la fórmula por la que el niño pene
tra al m
undo de la luz y el color, pero aun despojada de su ámbito sensorial puede seguir multiplicando sueños, porque es tintineo, imagen, canción.

La poesía para niños debe ser u
n arco iris, lenguaje que despierta a las silabas asombrado de pájaros y soles, un transformador de la piedra en ave, de la red en río, de la palabra en canto, “poesía que si no se canta, podría cantarse” (Gabriela Mistral).

Misión de la poesía
Conlleva un fin en si misma, per
o su papel mas importante es que intenta que el hombre vuelque su mirada hacia las estrellas, recobre el encanto de la fantasía y regrese al lenguaje del amor y la belleza

El niño y el poeta

El lenguaje infantil tiene una estructura fonológica, semántica y morfosintáctica igual que el lenguaje adulto, pero, el habla infantil tiene modelos diferentes. Para lograr la comunicación deberán ser auténticos, concretos, dinámicos, directos y coherentes, y sin embargo el niño ama la fantasía y el despliegue de metáforas que de pronto no comprende en forma cabal, pero se transforman en estímulo de su fantasía y un descubrimiento de insoslayables sonoridades.




La auténtica poesía para niños no es una poesía fácil, llena de cursilerías y didactismos, sino esencialmente poesía. Reducir la vivencia poética a una enumeración de virtudes, exaltación patriótica o enseñanza de temas escolares es desvirtuar la esencia poética, convertirla, como nos dice Gabriela Mistral, “en un absurdo, que podríamos llamar balbuceos de docentes”.

El buen gusto de los niños hacia la poesía se forma paso a paso, si tienen reiteradas experiencias con buena poesía. Esto presupone que somos los adultos quienes debemos conocer primero cuál es la buena poesía para los niños
y, en consecuencia, distinguir las características que debe reunir dicha poesía.
He aquí algunas de ellas:

1. Musicalidad.

El ritmo y la melodía son fuentes primarias de satisfacción en el niño. Un buen poema infantil deberá contar por lo tanto con ritmo y rima fluida, es decir, con una armoniosa distribución de sonidos y acentos que se sucedan en un tiempo exacto, sonoridad cadenciada que esté cercana al canto. En los primeros contactos con la poesía se deben priorizar los poemas rimados a los de versos libr
es. El estribillo, palabras o frases que se repiten, así como la aliteración, juego sonoro de palabras, son también elementos fónicos de esta característica.

2. Brevedad.

La brevedad en su desarrollo es otra característica de la poesía infantil. Paulatinamente se les irá presentando a los niños poemas que cuenten con un mayor número de versos. No obstante, es interesante señalar que aún cuando se trate de un poema relativamente largo, el niño lo disfruta con frecuencia siempre que el poema desarrolle una anécdota, es decir, que sea un
a suerte de cuento en verso.

3. Sencillez.

Aunque la poesía tiende a suscitar una respuesta emocional, se crea entorno a ciertas ideas que el niño debe comprender. En este sentido, el contenido del poema debe ser sencillo, de ningún modo vulgar, que infunda en la experiencia cotidiana del niño un sentido nuevo, revelador, ya sea movilizando su imaginación, divirtiéndolo o asombrándolo. Debe haber alguna base común entre las vivencias del niño y las comprendidas en el poema.

4. Estética literaria.

Los niños captan primero el matiz afectivo de las palabras y luego su significado. El valor de toda poesía radica en sugerir, en despertar, en provocar una respu
esta emocional, no apelando únicamente al significado literal aunque éste también sea importante. Es por ello que las palabras de un buen poema infantil han de ser connotativas, sensorialmente ricas en imágenes, expresivas, precisas en su definición, vigorosas. Han de hablar a los sentidos y estimular la imaginación, ya sea para provocar la risa del niño, su sorpresa o su simpatía.




Poesía en la escuela

Hemos comprobado -y no estamos solos en la conclusión- que hay un rechazo del lenguaje poético por parte de los adultos y esto ha incidido para que disminuya el porcentaje de lectores infantiles de poesía. Los adolescente son quienes vibran más con los poemas, pero luego "el tiempo y la rutina" desgastan emociones y la poesía pierde prioridad.

¿Qué hace que los educandos, que en la infancia reciben su mayor aporte lírico en la enseñanza curricular, no sientan luego verdadero aprecio por esta forma de expresión?. Creemos que hay un círculo vicioso, se lee menos poesía y esto conlleva a un menor conocimiento sobre el tema que influirá en el aporte que se le hace al niño. Por un lado, la vida contemporánea con su limitación en las horas de solaz impide que el adulto tenga la disposición necesaria para introducirse en el mundo del hablante lírico, por otra parte creemos que muchas veces la poesía en el aula es ofrecida con fines no poéticos, entre los que señalamos:

-didactismo, uso de los poemas en relación a determinado calendario escolar;

-exigencia de memorización;

-carencia de estímulos para que ellos realicen su propia selección de poemas;

-falta el descubrimiento de la verdadera imagen poética, del yo íntimo del autor, del sentido pluripotencial de un verso;

-ausencia de sentido lúdico;

-lectura mecánica de los poemas;

-necesidad de que el poema cumpla con determinados requisitos que invitan a disecarlo con diferentes planteos (hemos visto proponer un problema sobre la cantidad de resina de un bosque a partir de un poema sobre un árbol !!!);

-entender que la poesía no explica ni se explica, se vive, se siente y trasmite una emoción que es experiencia estética;

-si no hay lectura de poesía por los adultos, no habrá correcta selección para llevar al aula aquella que atrape con su propuesta lingüística.

Frida Schultz de Mantovani ha escrito hermosas páginas sobre la relación entre el niño, el místico y el poeta (El mundo poético infantil, El Ateneo) y nosotros sabemos que el niño ama el significado (contenido) y el significante (la forma) de un poema, ellos lo invitan a compartir una experiencia cuando le brindamos aquel que mantiene relación con sus intereses.

Hay un lenguaje que tiene por objetivo la denotación, pero en el caso de la poesía su fin es la connotación, es decir, ir al encuentro del lenguaje polisémico que nos permitirá compartir o re-crear las imágenes del poeta. Los elementos fónicos, morfosintácticos y fonológicos de la poesía nos abrirán las compuertas de la fantasía y de múltiples asociaciones que enriquecerán nuestro espíritu.