lunes, 5 de julio de 2010

¿Qué es poesía? ,¿cuales son sus características? y la poesía en la escuela





Croce afirma que: “La poesía es la lengua materna del género humano”, ya que el discurso rítmico y rimado son las primeras manifestaciones que comunica al hombre con el mundo y consigo mismo.
La poesía para niños es un juguete sono
ro y colorido que nace del pequeño universo que rodea al infante y se vuelve danza, vuelo, flor. Es la fórmula por la que el niño pene
tra al m
undo de la luz y el color, pero aun despojada de su ámbito sensorial puede seguir multiplicando sueños, porque es tintineo, imagen, canción.

La poesía para niños debe ser u
n arco iris, lenguaje que despierta a las silabas asombrado de pájaros y soles, un transformador de la piedra en ave, de la red en río, de la palabra en canto, “poesía que si no se canta, podría cantarse” (Gabriela Mistral).

Misión de la poesía
Conlleva un fin en si misma, per
o su papel mas importante es que intenta que el hombre vuelque su mirada hacia las estrellas, recobre el encanto de la fantasía y regrese al lenguaje del amor y la belleza

El niño y el poeta

El lenguaje infantil tiene una estructura fonológica, semántica y morfosintáctica igual que el lenguaje adulto, pero, el habla infantil tiene modelos diferentes. Para lograr la comunicación deberán ser auténticos, concretos, dinámicos, directos y coherentes, y sin embargo el niño ama la fantasía y el despliegue de metáforas que de pronto no comprende en forma cabal, pero se transforman en estímulo de su fantasía y un descubrimiento de insoslayables sonoridades.




La auténtica poesía para niños no es una poesía fácil, llena de cursilerías y didactismos, sino esencialmente poesía. Reducir la vivencia poética a una enumeración de virtudes, exaltación patriótica o enseñanza de temas escolares es desvirtuar la esencia poética, convertirla, como nos dice Gabriela Mistral, “en un absurdo, que podríamos llamar balbuceos de docentes”.

El buen gusto de los niños hacia la poesía se forma paso a paso, si tienen reiteradas experiencias con buena poesía. Esto presupone que somos los adultos quienes debemos conocer primero cuál es la buena poesía para los niños
y, en consecuencia, distinguir las características que debe reunir dicha poesía.
He aquí algunas de ellas:

1. Musicalidad.

El ritmo y la melodía son fuentes primarias de satisfacción en el niño. Un buen poema infantil deberá contar por lo tanto con ritmo y rima fluida, es decir, con una armoniosa distribución de sonidos y acentos que se sucedan en un tiempo exacto, sonoridad cadenciada que esté cercana al canto. En los primeros contactos con la poesía se deben priorizar los poemas rimados a los de versos libr
es. El estribillo, palabras o frases que se repiten, así como la aliteración, juego sonoro de palabras, son también elementos fónicos de esta característica.

2. Brevedad.

La brevedad en su desarrollo es otra característica de la poesía infantil. Paulatinamente se les irá presentando a los niños poemas que cuenten con un mayor número de versos. No obstante, es interesante señalar que aún cuando se trate de un poema relativamente largo, el niño lo disfruta con frecuencia siempre que el poema desarrolle una anécdota, es decir, que sea un
a suerte de cuento en verso.

3. Sencillez.

Aunque la poesía tiende a suscitar una respuesta emocional, se crea entorno a ciertas ideas que el niño debe comprender. En este sentido, el contenido del poema debe ser sencillo, de ningún modo vulgar, que infunda en la experiencia cotidiana del niño un sentido nuevo, revelador, ya sea movilizando su imaginación, divirtiéndolo o asombrándolo. Debe haber alguna base común entre las vivencias del niño y las comprendidas en el poema.

4. Estética literaria.

Los niños captan primero el matiz afectivo de las palabras y luego su significado. El valor de toda poesía radica en sugerir, en despertar, en provocar una respu
esta emocional, no apelando únicamente al significado literal aunque éste también sea importante. Es por ello que las palabras de un buen poema infantil han de ser connotativas, sensorialmente ricas en imágenes, expresivas, precisas en su definición, vigorosas. Han de hablar a los sentidos y estimular la imaginación, ya sea para provocar la risa del niño, su sorpresa o su simpatía.




Poesía en la escuela

Hemos comprobado -y no estamos solos en la conclusión- que hay un rechazo del lenguaje poético por parte de los adultos y esto ha incidido para que disminuya el porcentaje de lectores infantiles de poesía. Los adolescente son quienes vibran más con los poemas, pero luego "el tiempo y la rutina" desgastan emociones y la poesía pierde prioridad.

¿Qué hace que los educandos, que en la infancia reciben su mayor aporte lírico en la enseñanza curricular, no sientan luego verdadero aprecio por esta forma de expresión?. Creemos que hay un círculo vicioso, se lee menos poesía y esto conlleva a un menor conocimiento sobre el tema que influirá en el aporte que se le hace al niño. Por un lado, la vida contemporánea con su limitación en las horas de solaz impide que el adulto tenga la disposición necesaria para introducirse en el mundo del hablante lírico, por otra parte creemos que muchas veces la poesía en el aula es ofrecida con fines no poéticos, entre los que señalamos:

-didactismo, uso de los poemas en relación a determinado calendario escolar;

-exigencia de memorización;

-carencia de estímulos para que ellos realicen su propia selección de poemas;

-falta el descubrimiento de la verdadera imagen poética, del yo íntimo del autor, del sentido pluripotencial de un verso;

-ausencia de sentido lúdico;

-lectura mecánica de los poemas;

-necesidad de que el poema cumpla con determinados requisitos que invitan a disecarlo con diferentes planteos (hemos visto proponer un problema sobre la cantidad de resina de un bosque a partir de un poema sobre un árbol !!!);

-entender que la poesía no explica ni se explica, se vive, se siente y trasmite una emoción que es experiencia estética;

-si no hay lectura de poesía por los adultos, no habrá correcta selección para llevar al aula aquella que atrape con su propuesta lingüística.

Frida Schultz de Mantovani ha escrito hermosas páginas sobre la relación entre el niño, el místico y el poeta (El mundo poético infantil, El Ateneo) y nosotros sabemos que el niño ama el significado (contenido) y el significante (la forma) de un poema, ellos lo invitan a compartir una experiencia cuando le brindamos aquel que mantiene relación con sus intereses.

Hay un lenguaje que tiene por objetivo la denotación, pero en el caso de la poesía su fin es la connotación, es decir, ir al encuentro del lenguaje polisémico que nos permitirá compartir o re-crear las imágenes del poeta. Los elementos fónicos, morfosintácticos y fonológicos de la poesía nos abrirán las compuertas de la fantasía y de múltiples asociaciones que enriquecerán nuestro espíritu.

3 comentarios:

  1. Muy interesante tema el de la poesia, sobre todo el de la literatura infantir, porque la base de todo niño pasa porsi inspiracion y creatividad y esta rama de la literature les permite que lo desarrollen super bien :) ¡ Felicidades por este aporte! :)
    Alejandra Aravena - Roxana Vega

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